viernes, 23 de octubre de 2015

CUANDO ALBERT RIVERA HABLA DE CUOTAS




Mucho se ha hablado estos días de quién salió vencedor del debate de Salvados entre Pablo Iglesias y Albert Rivera. He leído bastantes opiniones que sostienen que la balanza se inclinó hacia Rivera, y bueno, he de reconocer que Rivera estuvo más agresivo, y que la agresividad puede ser confundida con eficacia por aquellas personas que entienden un debate de un modo similar a un combate pugilístico. A mí, sin embargo, me resultaron bastante molestas sus interrupciones constantes y algunos de sus ataques que por lo simplones me recordaron mucho a los modos de los partidos de la vieja política. Soy consciente de que puede sonar a generalización, pero durante mi corta experiencia en el círculo he observado que las mujeres  no caemos con tanta frecuencia en ese tipo de comportamientos: interrumpimos menos, escuchamos con mayor atención, sopesamos la pertinencia de nuestras intervenciones antes de pedir la palabra, y evitamos repetirnos. Esta es una opinión que solemos compartir en las reuniones que tenemos a nivel Galicia y en la que también coinciden muchos de nuestros compañeros hombres. Si bien, a medida que van pasando los meses, una observa cómo sí que acabamos asumiendo parte de estos comportamientos, lo que puede ser consecuencia de una especie de adaptación al medio. Esto provoca que pueda entender mejor esa percepción que tenemos y sobre la que hablamos mucho últimamente cuando nos reunimos con las compas de "O Soño de Lilith" respecto a que a medida que se avanza en la escala política se produce una cierta “masculinización” en las actitudes y comportamientos de las mujeres, algo que seguramente tiene su equivalencia en gran parte de los ámbitos de la sociedad que tradicionalmente nos han estado vedados. Por lo que, aunque las mujeres nos hemos ido incorporando a la política en las últimas décadas, este hecho tiene como consecuencia principal una transformación de las mujeres que toman este camino, y no tanto una transformación de la política en sí. De lo que podríamos deducir que se sigue a desperdiciar el potencial (sobre todo en un sentido cualitativo) del 50% de la población, y por lo tanto una se reafirma una vez más en la idea de que aún queda mucho por recorrer en el camino de la igualdad y la normalidad de la mujer en política(como en el resto de ámbitos de la vida pública), puesto que no se trata simplemente de ocupar espacios, sino también de que esos espacios se vayan transformando con nuestra presencia. Toda esta argumentación que a algunas puede resultaros demasiado larga, viene sencillamente a justificar la asunción de que mi percepción sobre el debate del domingo puede estar en gran parte sesgada, y no sólo por mi militancia en Podemos, sino también por una cuestión de género. Hasta ahí  bien, sin embargo me gustaría explicar que esa incomodidad ante la agresividad de Rivera resulta, a mi entender, secundaria ante otro factor que me parece más relevante: el hecho de que mucha gente dé por vencedor a Rivera en el debate me hace concluir que gran parte de la población está todavía muy lejos de entender la consecución de la igualdad como una prioridad y una de las necesidades principales de nuestra sociedad. Y aquí no hablo en exclusiva de la igualdad entre sexos, sino de igualdad en su término más amplio. Cuando Pablo Iglesias aboga por una necesaria redistribución de la riqueza en España, Albert Rivera esgrime la necesidad de crear riqueza. Obviamente nadie puede estar en desacuerdo con la idea de que es necesario crear riqueza, pero lo que está bastante lejos de la realidad es la ingenuidad (no sé si de él o de quienes compran su argumento) de pensar que el mero hecho de crear riqueza va a garantizar su justa distribución. Y más teniendo en cuenta el país que nos han dejado estos años de reformas con la excusa de la crisis, de lo que da buena cuenta el hecho de que el poco crecimiento del que alardea el PP ha ido a parar a una pocas manos. También cuando se habla de sanidad a Albert Rivera se le vuelve a ver el plumero, y eso que durante estos últimos meses ha tratado de suavizar su discurso en cuanto al copago sanitario, etc. Sin embargo él no aboga por una sanidad universal, sino por una sanidad restrictiva con los extranjeros, con lo que a su vez y de manera implícita está arrojando sobre esta parte de la población cierta culpa del progresivo desmantelamiento de nuestra sistema sanitario durante los últimos años. No parece que para alguien que emplea ese tipo de argumentos la igualdad sea un tema prioritario. Pero esto ya había quedado patente durante los primeros diez minutos de programa, cuando, al ver que el equipo que acompañaba a Pablo Iglesias estaba formado íntegramente por mujeres, Albert no puede evitar soltar el chascarrillo “te rodeas de tías, jeje” para más tarde acabar de rematarlo con “de todas formas, yo estoy en contra de las cuotas, tanto para bien como para mal”. He de confesarlo, para mí en ese preciso momento Rivera perdió el debate. Y ya no habría ni adorno discursivo ni argumentación que pudiera cambiar esa impresión. Porque es en ese momento cuando, de manera inesperada, la persona que es Albert Rivera ocupa el primer plano y relega al político. Es ahí donde asoma la persona de un modo más fehaciente que cuando nos va regalando anécdotas de su vida como aquellas de las que se puede deducir que es un buen padre, y no porque esas anécdotas no sean verdad, pero es obvio que él sabe (incluso puede que sepa y haga de manera inconsciente)la imagen positiva que transmite en el electorado.  
La impresión que ese primer comentario sobre las cuotas y las mujeres causa en mí va siendo refrendada por aquellos acerca de la sanidad y la distribución de la riqueza. O ese otro tan rocambolesco de equiparar la nacionalización de empresas con el Franquismo y que me dejó con cara de haber preguntado “¿Y la europea?”. El caso es que para mí es obvio que el político no es más que un rol o un personaje que se construye a partir de la persona. Aunque era algo que ya presuponía ahora tengo muy claro que no me siento identificada con la persona Albert Rivera, ni creo que represente el cambio o la sociedad a la que aspiro ayudar a construir y de la que querría formar parte. No voy a decir que Pablo Iglesias ganó el debate, puesto que es imposible obviar que esa afirmación está sesgada como militante de Podemos que soy. Porque además pienso que no es tanto que Pablo Iglesias haya vencido a Albert Rivera, sino más bien que la persona Albert Rivera venció al político Albert Rivera. Pues al fin y al cabo, aunque miremos fuera, nuestras derrotas sólo tienen lugar mediante nuestras propias manos.

Fdo: Vera

miércoles, 11 de marzo de 2015

Doli doli doli...coas conserveiras

Un documental de Uqui Permui


Doli, doli, doli…coas conserveiras, amósanos o acontecido na Illa de Arousa cando no ano 1989 preto de cen mulleres -catro delas en folga de fame- pecháronse na fábrica de Odosa para protestar polo peche inminente da conserveira. O documental intercala imaxes daqueles días xunto a outras das súas protagonistas na actualidade. Hoxe, cando aínda temos recente a loita dos traballadores de Lantero, non está de máis lembrar outros conflitos laborais, neste caso coa muller como protagonista. No documental fálasenos do traballo destas mulleres na conserveira e a relación entre elas. Un traballo socialmente considerado como complemento ao salario do marido, pero que moitas veces acaba sendo o único sustento dunha familia. Mulleres obreiras, mulleres loitadoras, mulleres de mar, mulleres galegas....que relegadas pola sociedade ao papel de consortes acaban sendo protagonistas obrigadas pola vida. Algo cotiá no país das viúvas dos vivos e as viúvas dos mortos. Por iso, despois de que a semana pasada Podemos comezara presentando o seu documento, “Reorganizar la economía de cuidados”, un punto de partida para un programa económico que teña ás mulleres de protagonistas. E logo do punto álxido que supuxo a manifestación unitaria do domingo en Compostela, Podemos Arousa dedica estes días á muller galega, rematando o xoves 12 de Marzo coa proxección do documental Doli,doli,doli...coas conserveiras, no auditorio de Vilagarcía ás 20:00 horas e coa teima de que nun futuro próximo o protagonismo da muller galega non teña que ser unha consecuencia das súas circunstancias senón que sexa o protagonismo que ela escolla.
#GaliciaOMatriarcadoSilencioso

viernes, 6 de marzo de 2015

#EsAhoraYConNosotras


Actos arredor do 08 de Marzo nos que intervirá Podemos Arousa



Fai uns meses lin un artigo sobre a linguaxe inclusiva no que facían unha comparativa do emprego de pronomes neutros nalgúns países contra a maior diferenciación entre pronomes e substantivos segundo o xénero noutros, e o relacionaban coa desigualdade e a brecha salarial entre xéneros. Dábase o feito de que en países con menor desigualdade o emprego dos pronomes neutros evidenciábase máis normalizado, e nos países nos que a desigualdade é máis palpable non semellaba que fora habitual o emprego de substantivos e pronomes neutros. Precisamente esta semana atopei o seguinte texto nas redes, escrito pola escritora e pensadora feminista francesa Monique Wittig(1935-2003), e que me pareceu moi interesante:

"Destruir a las categorí­as de sexo en política y en filosofí­a, destruir al género en el lenguaje (al menos modificar su uso) es parte de mi obra como escritora. Una parte importante, puesto que no puede ocurrir una modificación tan central sin una transformación del lenguaje como un todo. (…) El verdadero punto en cuestión es un cambio estructural en el lenguaje, en sus nervios, en su enfoque. Pero no es posible efectuar cambios en el lenguaje sin hacer cambios paralelos en filosofía, en política y en economía, porque como las mujeres están marcadas en el lenguaje por el género, están marcadas en la sociedad como sexo. Los pronombres personales dirigen el género a través del lenguaje, y los pronombres personales son el tema principal de cada uno de mis libros, con excepción de Lesbian Peoples: Material for a Dictionary, escrito con Sande Zeig. Son los motores para los que hay que diseñar partes funcionales, y como tales crean la necesidad de la forma."

Ambos textos establecen unha correlación entre linguaxe e igualdade pero o segundo xa vai máis alá facendo fincapé en que para que se produza un cambio real, para acadar por fin esa sociedade igualitaria, ten que darse primeiro un cambio coordinado. Probablemente o primeiro paso a dar-porque precisamente é un cambio que se pode articular lexislando-, é o de acadar a igualdade en materia económica e laboral. Precisamente lembro que no primeiro artigo falábase tamén da brecha salarial, para a que existen diferentes teorías que agora non vou a expoñer. Pero o que me chamou a atención é o feito de que a xente que xustifica esa brecha salarial o fai dende a perspectiva de que o obxectivo final da mesma é precisamente a normalización da incorporación da muller ao mercado de traballo.  Persoalmente coido que se falamos de igualdade resulta bastante incoherente tratar de acadala discriminando precisamente á parte da poboación que é víctima desa posición de desigualdade. Por isto, por cousas como esta é que a presentación o luns do documento de Podemos,“Reorganizar la economía de cuidados”, supón un sopro de aire fresco. Porque en definitiva trátase dunha proposta que pretende chegar a igualdade a través de políticas igualitarias, algo que por outro lado é de sentido común. Equiparación de permisos de maternidade/paternidade, corresponsabilidade dentro da unidade familiar, equiparar os dereitos das empregadas do fogar ao resto de traballadores/as, eliminación dos incentivos á contratación temporal -tipo de contratos máis acusados nas mulleres- e reducción da xornada laborala 35 horas semanasis para todas e todos -favorecendo así a conciliación-, son só algúns dos exemplos das medidas das que fala dito documento. Unha que me parece especialmente interesante é a eliminación da figura do coidador/a no entorno familiar para pasar a profesionalizar dita figura. O compañeiro José María Villaverde, quen pasa gran parte do ano en Dinamarca, fala a miúdo do modelo Danés. Neste modelo-segundo palabras de José María- a carga non se traslada ás familias como sucede en España, senón que é algo que lle compete ao estado. Ocorre tamén que cando falamos de familia en España realmente estamos a falar das mulleres, así que a carga en España trasládase maioritariamente a estas. E mentres este modelo continúe articulando a nosa sociedade a igualdade é unha meta que queda demasiado lonxe. O novo documento económico de Podemos pode ser un primeiro paso nese cambio de modelo. Logo quedaría a ardua tarefa de andar o camiño, pero é importante que nos decatemos de que o camiño é precisamente ese. Así que esta semana como muller síntome especialmente orgullosa de formar parte de Podemos, porque estou segura de que xuntas e xuntos podemos #RecuperarLaEconomía #EsAhoraYConNosotras

miércoles, 19 de noviembre de 2014

25 N: O MAIOR CÓMPLICE DA VIOLENCIA MACHISTA É O SILENCIO




Hai só uns días, atopabámonos ante unha nova polémica entorno a unha campaña de publicidade machista. A os hostaleiros dunha zona de copas de Nerja non se lles ocorreu outra cousa que tratar de combater a baixa afluencia destas épocas previas ó Nadal cunha campaña encabezada co seguinte reclamo: ‘La Noche de las Chicas: tres copas gratis por ser mujer’. Para bastante xente este pode ser un exemplo morno de machismo, ou incluso pode que non atopen síntomas de machismo neste slogan. Ocorre que algunhas condutas e fórmulas machistas están tan estandarizadas na nosa sociedade que soen pasar desapercibidas ata que alguén non chama a atención sobre elas. Nestes casos para parte da poboación ás reaccións dos colectivos e organizacións feministas soen parecer desproporcionadas. Precisamente porque aínda existe unha normalización do machismo en moitos dos seus aspectos que fai que as veces non se detecte a pesar de que o teñamos diante. Se o machismo é a herdanza dunha sociedade patriarcal sustentada nun modelo de relacións inxustas que histórica e culturalmente se impuxeron entre homes e mulleres, calquera conduta ou campaña que contribúa a fomentar estes roles tradicionalmente impostos é reprensible, como parte e actor da cultura do patriarcado. Se imos máis aló, ata a consecuencia máis extrema do machismo que non e outra que a violencia machista, a maioría estaríamos de acordo: contra a violencia machista tolerancia cero. Entón ¿por qué si existe tolerancia con usos e modos que tratan ás mulleres de mercadoría, de cebo, que a “cosifican”, que lle restan a súa identidade de suxeito e a tornan en obxecto? Un obxecto non se pertence a si mesmo, carece de autonomía e liberdade.Cando se condena a unha parte da poboación á posición de obxecto, a outra parte da poboación establécese como suxeito, cos dereitos que de isto se deduce con respecto á parte primeira. A violencia machista non é un acto individual desligado da sociedade, senón unha consecuencia da nosa historia e a nosa cultura. Se a violencia machista fora unha árbore sería unha de raíces ben retortas e profundas, entón ¿cómo imos saber cal desas raíces é a que lle insufla zume á man que toma o coitelo, ou executa o golpe? Por esta razón non existen machismos mornos, nin as protestas das feministas ante campañas como estas son desproporcionadas. Porque o maior cómplice da violencia machista é o silencio. Porque o berro que se eleva cando unha muller morre asasinada é un berro que para a vítima e a súa familia chega demasiado tarde. Porque para que a loita contra a violencia machista sexa efectiva hai que atacar á raíz.  E sobre todo hai que poñerlle voz. Porque, repetimos: O maior cómplice da violencia machista é o silencio. Temos que falar polas que calan. Temos que falar para que as que non denuncian sepan que non están soas, para darlles a forza para denunciar. Para que as que temen a liberdade deixen de temela. Para que as que dubidan por mor de romper a súa familia saiban que a súa dúbida converte ás súas fillas e fillos en vítimas, como elas mesmas. Para que nun futuro as cativas de hoxe non se sintan en inferioridade con respecto ós homes, e os homes non sintan que a sociedade lles esixe e lles destina un chanzo superior. E poidamos mirarmos de iguais a iguais dentro das nosas diferenzas. E sobre todo, cada vez sexan menos os berros que cheguen demasiado tarde.


Sexas nai, pai, fillo, filla, irmán, irmá, amigo, amiga, non o esquezas: o maior cómplice da violencia machista é o silencio.
O próximo 25 de Novembro é o día internacional contra a violencia de xénero. Dende o Grupo de feminismos de Podemos Arousa, coa participación da asociación feminista o Soño de Lilith, querémosvos invitar a dous actos que terán lugar ó largo da vindeira semana. O primeiro celebrarase na Praza de Galicia, ás 20:30 do martes 25 de Novembro, e sempre que a climatoloxía non o impida. O segundo consistirá nunha proxección de dúas curtametraxes e un posterior debate que se levarán a cabo na sala de conferencias do Auditorio de Vilagarcía de Arousa, o xoves 27 de Novembro ás 20:30. Gustaríanos moito contar coa vosa presenza, porque coidamos que é preciso que mulleres e homes nos unamos para dar voz a todas esas mulleres e familias silenciadas.                                       

Deixámosvos a páxina das compañeiras de O Soño de Lilith para aquelas persoas que queirades máis información http://osonhodelilith.wix.com/osonhodelilith